ORACIONES
Según la espiritualidad Josefino Marelliana

ROSARIO A SAN JOSE


LOS 7 DOLORES Y GOZOS
DE SAN JOSÉ
(después de cada una de las invocaciones se reza un Gloria)

1. LA
ANUNCIACION A SAN JOSE (San Mateo 1,18-25)
Oh purísimo esposo de María, glorioso San José, mucho sufriste por motivo de la divina maternidad de tu santísima esposa, pero también gozaste inmensamente cuando el Ángel te reveló ser voluntad divina que te quedaras con María y le hicieras de Padre a Jesús.
Por este dolor y este gozo, consuélanos con la gracia de una vida santa y una muerte dichosa como la tuya entre Jesús y María.
2. EL NACIMIENTO DE JESUS EN BELEN (San Lucas 2, 1-7)
Oh grande patriarca San José, la pena que experimentaste al ver nacer a Jesús entre tanta pobreza, se cambió en gozo al estrechar en tus brazos al que los Ángeles proclamaban Salvador de los hombres.
Por este dolor y este gozo, alcánzanos que al terminar nuestra vida nos podamos unir a los coros de los Ángeles y disfrutar para siempre de la gloria celestial.
3. LA CIRCUNCISION Y EL NOMBRAMIENTO DE JESUS (San Lucas 2,21)
Oh glorioso San José, fiel cumplidor de la voluntad de Dios, la sangre preciosa de Jesús derramada en su circuncisión te entristeció, pero el nombre de Jesús, que le impusiste por orden divina, te colmó de alegría.
Por este dolor y este gozo, concédenos que después de haber purificado nuestra vida de todo pecado, podamos morir invocando el Santo Nombre de Jesús.
4. LA PROFECIA DEL ANCIANO SIMEON (San Lucas 2, 22-35)
Oh santo fidelísimo, glorioso San José, que llegaste a conocer el misterio de nuestra Redención, la profecía de Simeón que preanunciaba los sufrimientos que Jesús y María iban a padecer te sumió en el dolor, sin embargo, mucho te alegraste al conocer que por aquellos dolores las almas se salvarían.
Por este dolor y este gozo, haz que también nosotros pertenezcamos al número de aquellos que por los méritos de Jesús y la intercesión de María resucitarán para la vida eterna.
5. LA HUIDA A EGIPTO (San Mateo 2, 13-18)
Oh solícito custodio del Hijo de Dios, glorioso San José, mucho tuviste que sufrir para defender y sustentar a Jesús, especialmente en la huída a Egipto, pero también te llenaba el alma de consuelo el tener siempre a tu lado la confortadora presencia de Jesús y María.
Por este dolor y este gozo, consíguenos que victoriosos de las insidias del mundo y las asechanzas del demonio, en unión con Jesús y María consagremos nuestra vida al servicio de Dios y de los hermanos.
6. EL RETORNO DE EGIPTO (San Mateo 2, 19-23)
Oh glorioso San José, protector de los hogares, tu alegría al retorno de Egipto fue conturbada por el temor de Arquelao, pero te causó mucho alivio la apacible residencia en Nazareth, donde Jesús quiso ser por ti educado a una vida de trabajo y obediencia.
Por este dolor y este gozo, alcánzanos ser librados de todo temor y angustia para poder así cumplir nuestros deberes en la intimidad de la familia y en el trabajo, bajo la mirada amorosa de Dios.
7. LA PERDIDA Y EL ENCUENTRO DEL NIÑO JESUS (San Lucas 2, 41-52)
Oh glorioso San José, modelo acabado de toda santidad, durante tres días con inmenso dolor buscaste a Jesús, extraviado sin culpa tuya, pero experimentaste suma alegría al encontrarlo en el templo entre los doctores.
Por este dolor y este gozo, te suplicamos nos ayudes a no apartarnos nunca de Jesús por el pecado y si por nuestra desgracia le perdiésemos, haz que con humildad le busquemos hasta encontrarlo, especialmente en nuestra muerte, para gozar contigo en el cielo.
V/: El Señor lo constituyó protector de su Casa
R/ : Y dispensador de todos sus bienes
ORACION: Oh grande patriarca San José, estamos aquí todos para ti y tú sé todo para nosotros. Tú indícanos el camino, sostennos a cada paso, condúcenos a donde la Divina Providencia quiere que lleguemos, sea largo o corto el camino, fácil o difícil, se vea o no se vea con ojos humanos la meta, de prisa o despacio, nosotros contigo estamos seguros de caminar siempre bien. Amén
V/. San José, nuestro dulcísimo protector
R/. Ruega por Nosotros
ORACION A SAN JOSÉ

ORACION A SAN JOSÉ
(Papa Leon XIII)

AGOBIADOS POR LAS
ADVERSIDADES,
ACUDIMOS A TI BIENAVENTURADO SAN JOSE
Y CONFIADOS IMPLORAMOS TU PATROCINIO
JUNTAMENTE CON LA AYUDA MATERNAL DE TU SANTISIMA ESPOSA.
POR EL SAGRADO VINCULO DE AMOR
QUE TE ESTRECHO A LA INMACULADA VIRGEN MADRE DE DIOS
Y POR EL CARIÑO QUE TUVISTE AL NIÑO JESUS
TE SUPLICAMOS GUARDES CON ESPECIAL CUIDADO A LA IGLESIA,
PUEBLO QUE JESUCRISTO ADQUIRIO CON SU SANGRE
Y CON TU PODER Y AUXILIO
NOS SOCORRAS EN NUESTRAS NECESIDADES.
OH SOLICITO CUSTODIO DE LA SAGRADA FAMILIA
PROTEGE A LA ESCOGIDA DESCENDENCIA DE JESUCRISTO
Y APARTA DE NOSOTROS LOS ERRORES Y VICIOS
QUE CONTAMINAN EL MUNDO
ESFORZADO PROTECTOR NUESTRO,
ASISTENOS PROPICIO DESDE EL CIELO
EN NUESTRAS LUCHAS CONTRA LAS FUERZAS DEL MAL
Y COMO EN OTRO TIEMPO LIBRASTE AL NIÑO JESUS
DE INMINENTE PELIGRO,
ASI AHORA DEFIENDE A LA SANTA IGLESIA DE DIOS
DE LAS ASECHANZAS DE SUS ENEMIGOS
Y DE TODA ADVERSIDAD.
VELA POR CADA UNO DE NOSOTROS
CON TU CONTINUA PROTECCION
PARA QUE, A EJEMPLO TUYO Y BAJO TU AMPARO,
PODAMOS VIVIR SANTAMENTE,
MORIR EN GRACIA DE DIOS
Y ALCANZAR FELICIDAD ETERNA.
AMEN
(S.S. LEON XIII)
ORACION A
SAN JOSÉ MARELLO

Oh Dios Padre Nuestro,
que has inspirado a San José Marello, Obispo,
conformar su vida con la de Cristo Jesús
en la imitación de San José,
haz que siguiendo sus ejemplos de
mansedumbre, humildad e incansable laboriosidad,
vivamos con alegría y constancia
las exigencias de la vida cristiana.
Por su intercesión, concédenos la gracia
que con confianza te pedimos.
Por Cristo Nuestro Señor.
Amén.
LETANÍAS DE SAN JOSÉ
Señor Ten
Piedad Señor Ten Piedad
Cristo Ten piedad Cristo Ten piedad
Señor Ten Piedad Señor Ten Piedad
Cristo Óyenos Cristo Óyenos
Cristo Escúchanos Cristo Escúchanos
Dios Padre Celestial Ten Piedad de Nosotros
Dios Hijo Redentor del mundo Ten Piedad de Nosotros
Dios Espíritu Santo Ten Piedad de Nosotros
Santa Trinidad Único Dios Ten Piedad de Nosotros
Santa María Ruega por Nosotros
San José Ruega por Nosotros
Insigne descendiente de David Ruega por Nosotros
Esplendor de los Patriarcas Ruega por Nosotros
Esposo de la Madre de Dios Ruega por Nosotros
Custodio del Redentor Ruega por Nosotros
Custodio de la Virgen Purísima Ruega por Nosotros
Tu que has alimentado al Hijo de Dios Ruega por Nosotros
Tu que has protegido a Jesús Ruega por Nosotros
Servidor de Cristo Ruega por nosotros
Ministro de la salvación Ruega por Nosotros
Tu que has guiado a la Sagrada Familia Ruega por Nosotros
José Varón Justo Ruega por Nosotros
José Hombre Casto Ruega por Nosotros
José Varón Prudente Ruega por Nosotros
José Varón lleno de fortaleza Ruega por Nosotros
José hecho obediente Ruega por Nosotros
José Fidelísimo Ruega por Nosotros
Ejemplo de paciencia Ruega por Nosotros
Amante de la pobreza Ruega por Nosotros
Modelo de los trabajadores Ruega por Nosotros
Gloria de la Vida Familiar Ruega por Nosotros
Custodio de Vírgenes Ruega por Nosotros
Amparo de las Familias Ruega por Nosotros
Apoyo en las dificultades Ruega por Nosotros
Consuelo de los afligidos Ruega por Nosotros
Esperanza de los enfermos Ruega por Nosotros
Patrón de los exiliados Ruega por Nosotros
Patrón de los afligidos Ruega por Nosotros
Patrón de los pobres Ruega por Nosotros
Abogado de los moribundos Ruega por Nosotros
Terror de los demonios Ruega por Nosotros
Protector de la Iglesia Ruega por Nosotros
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo Perdónanos Señor
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo Escúchanos Señor
Cordero de Dios que quitas el pecado del mundo Ten Piedad de Nosotros
SIETE DOLORES DE LA VIRGEN MARIA

(después de cada invocación se dice la Jaculatoria: Virgen Dolorosa: Ruega por nosotros)
1. La Profecía de Simeón.
Madre afligida, por el dolor que padeciste al oír de los labios del santo profeta Simeón, que una espada de dolor había de atravesar tu alma tan dolorida.
Consíguenos que los sacerdotes de nuestra Congregación sean llenos del Espíritu de tu Jesús.
2. La Huida a Egipto.
Virgen angustiada, por los trabajos que padeciste huyendo con tu hijo Jesús a Egipto, no consientas que yo destierre a Jesús de mi alma por el pecado
Concede a nuestros misioneros gran celo para la salvación de las almas.
3. El Niño Perdido.
Madre desolada por las amargas penas que sufriste en la pérdida de tu hijo dulcísimo, haz que si yo lo perdiera por mis pecados, no descanse hasta hallarle de nuevo, por medio de una sincera confesión
Concédenos que ninguna vocación que tú nos has enviado, se vaya perdida.
4. La Calle de la Amargura.
Madre atribulada por el dolor que sentiste, viendo a tu querido hijo con la cruz a cuestas en la calle de la amargura, no permitas que yo con nuevas ofensas aumente el peso de aquella cruz y lastime más tu corazón maternal
Concédenos que los que educan a los jóvenes en nuestra Congregación sepan orientarlos al seguimiento de Jesús en la vida religiosa.
5. La Crucifixión.
Reina de los mártires, por los dolores con que fue crucificada tu alma cuando contemplabas a tu hijo clavado en la cruz, haz que mortifique yo mis malas pasiones, y viva crucificado con Cristo
Concede que mis hermanos sepan resistir a las seducciones del mundo y dedicarse totalmente al servicio de Dios.
6. El Descendimiento.
Madre Dolorosa, por las lágrimas que tú mezclaste con la sangre de tu hijo, cuando lo tenías muerto en tus brazos, alcánzame la luz del cielo para conocer la gravedad del pecado, que fue causa de su muerte y de tu dolor
Consíguenos que nuestros hermanos estén siempre unidos a Él en la vida y en la muerte.
7. La Sepultura.
Virgen tristísima, por la soledad en que quedaste dejando el cadáver de tu hijo en el sepulcro, alcánzame la gracia de llevar con cristiana resignación las penas que por mis culpas he merecido
Concédenos podernos unir a nuestros hermanos difuntos y participar con ellos en las alegrías del cielo.
ORACION
Virgen Dolorosa, tu que has visto caer a Cristo bajo el peso de la cruz, sumergida en tristes dolores, te sentimos más cerca de nosotros que estamos afligidos y te rogamos nos unas a ti. Te ofrecemos nuestros pequeños sufrimientos a lo largo de nuestro camino diario.
Virgen Dolorosa, reina de los mártires, enséñanos como llevar cristianamente la cruz con la cual podamos derrotar a nuestros enemigos.
" Mujer, ahí tienes a tu hijo." Después dijo al discípulo: "Ahí tienes a tu Madre ".(Jn 19, 27.)

